Hace tiempo que le compré una bici eléctrica y un patinete eléctrico. Me acerqué bastante a lo eléctrico, me dije que si conseguía un e-scooter o una e-bike podría desplazarme de esa manera, iba a comprar una e-bike para mi hijo pequeño que tiene ocho años, iba a comprar una e-bike para él también. También me enteré de que ya hay bicicletas eléctricas hechas para su altura y edad. Su colegio está a sólo tres kilómetros, pero pensé que con la e-bike también podríamos dormir unos minutos más, y si no teníamos que ir andando, los autobuses de nuestra ciudad salen bastante tarde, así que sería mejor para nosotros.
Así que mi hijo también tenía que ir al colegio a veces una hora antes porque ya tenía asignaturas en el colegio que empezaban a las 7 de la mañana. Para mí es estupendo porque al menos los niños pueden ir al colegio. Era como un club deportivo. Mi hijo va a un club de ingeniería eléctrica. Porque a mi hijo le encantaba la electrónica y le apasionaba la electrotecnia. Y nos quedamos asombrados cuando cogió un destornillador en algún sitio y, de alguna manera, desatornilló un portátil para niños.
Fue algo bonito y divertido. No pensé que mi hijo, que tiene 5 años, haría algo así. A mi hijo le encanta la tecnología y la electrónica, así que pensé que lo mejor sería que se apuntara a un club. Le dijimos a nuestro hijo que cuando empezara el primer curso se apuntara al club de electricidad de este colegio. Mi hijo puede hacer lo que quiera. ¿Sabes lo que hicieron allí? Hicieron un robot muy bonito y mi hijo ganó el primer premio porque era el robot más bonito y también el más complejo. Tengo muchas ganas de ver lo que nos depara el futuro.